domingo, 28 de noviembre de 2010

Crisis hipomaníaca

Ayer entré en una profunda crisis. Creo que la auguraba desde hacía unos días. Anoche, en el único momento de soledad (desde hace…no sabría cuando) la carcasa explotó. Mi mente divagaba deprisa de aquí a allá. Imágenes de destrucción anímica y de farsa humana se dibujaban con trazos limpios pero con bases confusas.
¿Es todo una farsa? La vida, un teatro cual obra shakespeariana; Cada uno tiene su papel, algo que debe seguir al menos cuando se encuentra en sociedad. ¿Es real la alegría, el amor, la paz que siento con ciertas personas o es a caso la idealización de mi romántico guión? ¿ Finjo ser la idea que el mundo tiene de mi ser solo para corroborar que cumplo con mi papel? ¿ Amo a todas aquellas personas a las que siento que amo , o mi concepción es errónea? No puedo amar a alguien en especial y la presión que siento cuando el tiempo me exige que debo amarle se hace insoportable. Sé que aparentemente no vivo en una relación (odio esta palabra) y me ensueño volando como los pájaros que, no obstante, vuelan fuera de la jaula que el propio concepto me crea.

¿Es el ser humano libre? No. El ser humano es esclavo de sus supuestos, de su papel vital, de sus apariencias, de su mente y de su esencia escondida y atrapada en una realidad no real en la que no tiene sitio para manifestarse.
Hoy no sé qué es la vida. Hoy no sé qué es el amor. Hoy no sé quién soy yo.

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El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve.
Antonio Machado

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