miércoles, 31 de agosto de 2011

Miércoles 31 de Agosto.
Supuestamente hoy terminaba mi verano bibliotecario, pero por cuestión de recuperación de horas, terminaré mañana.
Sí, esa sensación de embriaguez vuelve a correr por mis venas, hasta adormecer en cierto modo mi mente, que se ha dignado a escribir hace a penas unos segundos. Es como si me encontrase en una nube, una nube, nada existe, excepto mi cabeza, y mis manos que escriben.
Ultimamente no escribo mucho, deberia reencontrarme, volver a abrir el grifo del que brotan tan fluidamente las palabras que más me definen a cada instante. No sé siquiera si lo estoy consiguiendo ahora.
La música que mi querido Carlos me ha descubierto me absorbe por completo en estos momentos, es como si mis dedos viajasen al compás de la melodía, a cada palabra, cada letra, cada tecla...cada pensamiento al fin y al cabo.

He escrito ya dos párrafos y ni si quiera puedo saber si he escrito algo interesante. Vivo una época extraña, es como si todo me fuese importante y a la vez me resbalase. Puedo vivir intensamente todo o decidir pasar de largo, como si nada.
De verdad me absorben estos compases, creo que es uno de las mejores aportaciones musico-sensoriales de los ultimos tiempos (de mi corta vida).
Había una persona con la que solía hablar, a la que le hacía mucha gracia el hecho de que yo pronunciase la muletilla "en mi corta vida" cada vez que hablaba, opinaba o pensaba en voz alta algo, cualquier cosa, desde lo más banal a lo más elevado.
Qué triste, no recuerdo quien era! El caso es que sé que fue alguien importante en su momento.
Así son las cosas, cada persona es importante en un momento de tu vida. Puedes tener unos minutos, dias o meses maravillosos con alguien y de pronto es como si hubieses vuelto a nacer, todo se guarda como un vago recuerdo, y se va desvaneciendo en la humana memoria...

No hay comentarios:

El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve.
Antonio Machado

Ellos leen...

Archivo del blog