Y de nuevo en la cama, un martes, son las 00:30 hrs. y empiezo a escribir, no sé por qué ahora.
Será porqué mi alma está inquieta, aquí, bajo el edredón, preparada para soñar una noche más, sola en la misma cama fría, vacía...más acompañada de dulces alegrias pasada la etapa de la vigilia.
Noche, sueño...aparentemente meras horas de descanso necesarias para que el cuerpo pueda rendir otro día más, al pie del cañón de esta cansina vida...Pero he aprendido a llevarlo bien, a verlo desde otra esquina.
La noche ; una oportunidad cada 24 horas de vivir siguiendo los latidos del inconsciente colectivo.
El día; un viaje submarino. Soy un náufrago, un capitán y un buzo. Soy todos a la vez, deslizándome a la deriva por los mares de sonrisas, bañándome en los brillantes ojos, cobijándome en abrazos hasta el fin de la tormenta.
La felicidad ajena: ese gran tesoro escondido codiciado por piratas de ultramar.
Pero la felicidad no es un estado estático, no es difícil de lograr, ni siquiera se ha de desear. La felicidad se encuentra en cada cosa, desde el primer fulgor de la mañana hasta el último suspiro antes de caer rendido bajo la colcha, cayendo en las redes interconectadas de lo inconsciente.
Un día, había sido bastante gris para mi...cuando de pronto ; alcé la vista al cielo y en mis pupilas se reflejaron colores espumosos, te textura anaranjada. ¡ Oh sonoras nubes, cuán mágicas sois !
Todo se reduce a agua y luz...Agua jugando a ser pájaro y el sol, paleta y pincel en mano recreando escenas nunca vistas, de colores jamás inventados, colocando cada sombra en su sitio...hermoso detalle de claroscuro...
Será porqué mi alma está inquieta, aquí, bajo el edredón, preparada para soñar una noche más, sola en la misma cama fría, vacía...más acompañada de dulces alegrias pasada la etapa de la vigilia.
Noche, sueño...aparentemente meras horas de descanso necesarias para que el cuerpo pueda rendir otro día más, al pie del cañón de esta cansina vida...Pero he aprendido a llevarlo bien, a verlo desde otra esquina.
La noche ; una oportunidad cada 24 horas de vivir siguiendo los latidos del inconsciente colectivo.
El día; un viaje submarino. Soy un náufrago, un capitán y un buzo. Soy todos a la vez, deslizándome a la deriva por los mares de sonrisas, bañándome en los brillantes ojos, cobijándome en abrazos hasta el fin de la tormenta.
La felicidad ajena: ese gran tesoro escondido codiciado por piratas de ultramar.
Pero la felicidad no es un estado estático, no es difícil de lograr, ni siquiera se ha de desear. La felicidad se encuentra en cada cosa, desde el primer fulgor de la mañana hasta el último suspiro antes de caer rendido bajo la colcha, cayendo en las redes interconectadas de lo inconsciente.
Un día, había sido bastante gris para mi...cuando de pronto ; alcé la vista al cielo y en mis pupilas se reflejaron colores espumosos, te textura anaranjada. ¡ Oh sonoras nubes, cuán mágicas sois !
Todo se reduce a agua y luz...Agua jugando a ser pájaro y el sol, paleta y pincel en mano recreando escenas nunca vistas, de colores jamás inventados, colocando cada sombra en su sitio...hermoso detalle de claroscuro...
1 comentario:
Gran blog!! Buena foto!!!
http://balapertotarreu.blogspot.com
Frank
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