
De nuevo el ahogo. El llanto interno. El más intrínseco de los dolores se apodera de mi pecho.Me duelen tus heridas. Siento tu sangre brotar, ácida...ácida es cuando el veneno del engaño se vierte. El veneno de la mentira. Del ocultamiento. Me duele más tu corazón que el mio. Mi alma, cuyo abrigo en las ultimas semanas no había sido otro que el de tu dulce amor. Ahora tal vez hecho pedazos. Tú, amordazado por el miedo. Por la decepción. Yo, cubierta en mi propia suciedad. Descuidado romanticismo que viene a estropear mis mas dichosos días. Infinita paciencia ahora destruida. Soledad sin tu sonrisa. Lo he roto todo.
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