En los últimos cincuenta años el mal bautizado progreso científico y tecnológico ha ido en aumento.Como hemos podido comprobar cada vez podemos disponer de una línea de Internet más rápida, de una televisión más fina o de un frigorífico inteligente que hace la compra cuando se está acabando algún producto.
Bien que podemos decir que muchos de estos avances han facilitado algún aspecto de nuestra vida o de nuestro trabajo.
Pero, ahora que disponemos del tiempo que antes nos quitaban algunas tareas que ahora han quedado resueltas, ¿nos hemos convertido en seres más libres?
Yo creo que no. Desde mi punto de vista, somos cada vez más y más esclavos de estas máquinas que, a su vez dependen de la electricidad. De pronto todo se vuelve un ciclo infernal en el cual el ser humano depende del grado de aceptación que tenga la naturaleza sobre los impactos medio-ambientales que estamos provocando.
Cada día, cuando me despierto, saco la cabeza por la ventana y observo con horror, como nuestra sociedad se asemeja cada vez más a aquella sociedad utópica que describe Aldous Huxley en su obra.
Sinceramente, no sé qué es mejor, cerrar los ojos y dejar que el tiempo pase o luchar contra una visión de la existencia que cada vez se encuentra más arraigada en la gente.
1 comentario:
Tengo un nuevo blog.
Y hecho de menos hablar contigo, C.
un beso! :)
Publicar un comentario